Previa:
Y llegó el partido esperado. El cruce entre los dos mejores equipos del torneo, y también estéticamente hablando. O al menos los que juegan más lindo. En realidad hay que explicar qué se entiende por belleza, porque es un término tan subjetivo que le sirve de argumento a la pendeja de Patito Feo que se comía a Tévez. La cosa es que Decadentes enfrentaba a La Paja.
La gran final seria la revancha de este partido, que se había dado en la última fecha de la fase regular. Ambos equipos llegaban a la final eliminando equipos con cierta holgadez, y buen juego. Meritos para un expectante partido decisivo. La Paja llego dejando atrás en cuartos a Villa Crespo (No se presento) y en Semifinal a Lo Que Quedo. Y el otro finalista es Decadentes, los caballeros de la angustia redonda, que de nuevo consiguen el pasaporte a la primera división.
Deca mando a la cancha a:
1. Leonel
8. Yoni
18. Facu T.
15. Lukas
14. Petru
9. Juan Cruz
Suplentes: 5. Danel
7. German
3. Julián
Arbitro: El Ogro
Partido:
Recontra metido estuvo el Deca en todo momento del partido, una gran virtud a destacar. Jamás le importo tener a un rival enfrente (en los papeles) superior. Lo salio a morder, a joder, a lastimar, a atacar. Si bien fue desordenado y desprolijo, se jugo cada pelota como
Igual de disputada fue la segunda parte. El tiempo corría y los goles no llegaban, aunque se vislumbraba en los primeros minutos de esta etapa que los Jeropas estaban mejor parados y con más resto físico. Hay que decir que el Deca jugo el partido como una verdadera final, y si llego a esta instancia y una de las grandes razones de la excelente campaña Albinegra tiene nombre, apellido y “ex” panza: Leonel Hermo. Hoy por hoy lo del Gordo es para poner en un cuadrito, cargándose el equipo al hombro. Sacando infinidad de pelotas de gol y ahogándoles chances netas a los de turquesa, sostenía el empate. Hasta que, en una de las pocas escaladas en ataque, Facu T. se la llevo por izquierda, engancho hacia dentro y clavo la pelota en el segundo palo, para declarar el 2-No. El que te comiste en los bosques de Palermo no. Puto , el arquero, los defensores y la mar en coche evitaron el empate. Y si, cuando lo tenía a esto. A tiro… Pero la felicidad nuevamente le es esquiva a Decadentes, cual las dietas a Susana. Nueva contra con Deca tirado en ataque para el 5-3 seguido de la expulsión de Danel para hacer casi imposible
Decadentes, que cerró su fantástica temporada, más allá de haberse quedado sin nafta en el Camino Negro. La Paja se encontró llegando, tal ves, más lejos de lo esperado, como el esperma de Lugo.
En ciertos ámbitos, resulta notable cómo un simple actor de reparto se hace con los papeles de mayor relevancia. Cierto es que el calor de los primeros planos no es para todos. Sobre todo para aquellos que no están acostumbrados a las grandes luces, ni a las palmadas en el hombro, el pedestal puede ser causal de una sensación de vértigo.
En épocas en las que el éxito se mide en base a los logros y la acumulación de triunfos, aquellos que guardan los talonarios de recibos mes a mes, o aquellos tacheros nostálgicos de la abundancia y abundantes en la fabulación que recuerdan sus días felices como importantes ejecutivos de empresas con imponentes edificios, tienen la costumbre de repetir frases acuñadas por los vencedores de siempre. Los invictos, que disfrazan sus intereses personales en análisis vacíos de criterio pero fecundos en la intencionalidad, siempre tienen un as bajo la manga: el triunfo, la exaltación de lo ajeno, la unificación de un criterio que recula frente a la realidad, pero que como consigna parece haber cumplido su cometido.
La Paja fue un justo campeón, Decadentes fue un justo finalista.
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