
Previa:
Como Batman y el Pingüino, comunistas y capitalistas o Macri y el trabajo, dos polos opuestos de la forma de vida se enfrentaban en el TdeA. Por un lado uno de los que había dejado buena imagen en el debut había sido Decadentes, venciendo a Lo que Quedo (11-5). Y en la vereda opuesta, separada por la 9 de julio recargada de piqueteros duros había quedado Lija Doble AA, de mal arranque ante Brigada LPR (1-4).
Decadentes contaba con la buena nueva con el regreso de Juan Cruz para potenciar el ataque, y reemplazar al ausente Cesar, pero perdía en defensa a jugadores importantes como Julián y German.
Por lo tanto la disposición táctica fue la siguiente:
1. Leonel
8. Yoni
5. Danel
15. Lukas
14. Petra
9. Juan Cruz
Banco de Relevos: 18. Facundo T.
Arbitro: Siga Siga La Molina
Partido:
Desde el comienzo del match a ambos equipos les costó parar la pelota, levantar la cabeza y hacer algo bien. El Deca arrancando dispuesto hacer lo que mejor saber, presionando, buscado hacerse del control de la pelota y crear riesgo con la movilidad de sus hombres. Del otro lado
Es que el conjunto rival carece de juego (de noción de juego) por lo tanto era reiterado el uso del juego físico (y la violencia física) para frenar cada intento de juego. Un equipo molesto, Molestos como el que va despacito en el auto para pasar en amarillo y clavarle el rojo al que viene atrás, como el que en la caja rápida del supermercado paga dos turrones y un alfajor con tarjeta, como el que abona el pasaje de tren entregándole al boletero un billete de 100 pesos, el perdedor de tiempo consustanciado parece creer que una de las formas de derrotar a su rival es haciéndole estallar la carótida por un pico de tensión.
Esa era la idea de la Lija, sacar del partido al Deca, llevarlo a su terreno, hacer un partido hablado, provocando, juego cortado. De fútbol ni hablar. Equipo que no posee (a primera, segunda, tercera y cuarta vista) condiciones minimamentes talentosas y su expectativa de triunfo radica en lo físico y en lo mental.
Y ahí estuve el principal defecto de Decadentes. Entrar en ese juego. Juego que no lo favorece, que lo entorpece, que lo embarulla.
Así es como el que se puso en ventaja fue el oponente con un error propio en
En esta primera etapa el Deca contaba con el hambre de su goleador que le volvía a servir el empate, y luego el Petru lograba
Si de sembrar el pánico se trataba, y no era un gallego disfrazado de monstruo manejando un arado, durante esta parte, varios eran los jugadores Decadentes que ya sentían en su cuerpo el juego físico que proponía riesgos dolorosos para el cuerpo de los jugadores. Danel y Facundo T. llegaban a estar en duda para el segundo tiempo, pero allá van, porque son de plata y de acero.
Quien ama las frases futbolísticas hechas, dirá que el segundo periodo tuvo un trámite cambiante. Acertada definición. El Deca marco la diferencia con arrestos individuales, primero Petru ponía la ventaja y después Yoni
Con la ventaja de 2 goles, parecía que la cosa se simplificaba para el Albinegro, para colmo la defensa rival resurgía exponentes de un clásico Lija Doble AA: el jugador que le pega a todo lo que se mueve, con la ductilidad de un Muhammad Ali bordando una bandera.
Error Decadente, cederle la pelota al rival y esperar muy atrás y desordenadamente los embates del rival que dejaban de punta a un delantero que en el espacio de tiempo que se generaba entre el movimiento de una pierna y otra, Divididos y los Guns and Roses sacaban 4 discos. Sin embargo y fiel a su estilo antiestético como striptease de Ana María Giunta La Lija trepaba en el campo y de una jugada dudosa (¡¡¡fue piso juez!!!) conseguía el descuento.
Segundos mas tarde el Deca pudo convertir pero Danel no acertaba, no fue, porque tuvo un mano a mano solo ante el mamarracho portero, pero tardó en gambetearlo lo que dura un partido en Supercampeones y el arquero lo bajo feo, muy feo cometiendo falta al borde del área y saliendo airoso de la situación al no haber sido expulsado. Esta clarísimo que Danel erró el mano a mano porque todavía estaba en estado de shock después de la patada del primer tiempo. Es como mandar a comprar una pizza a una recién asaltada, seguro te trae ravioles. Desde el arco el joven y aún inexperto portero, disparaba con munición gruesa, mientras esbozaba una cara de “que buena onda un sánguche de mila fría”, sin terminar de dilucidarse si el dueño del pensamiento era su abdomen o si había pintado la gula.
El Albinegro con mayoría de jugadores de mitad de cancha hacia adelante, fue amo y señor del espacio generado entre mitad de cancha y la medialuna, pero de entrar al área ni hablemos. Y
Con un rival que avanzaba en el campo, Decadentes aprovechaba ese amplio terreno para generar contras que eran despilfarradas por doquier por apuro y nerviosismo de los delanteros del Deca. Sin embargo Facu T. pudo acertar en una, dejando atrás a un rival y definiendo suave a un palo.
Con el
2 Jugados, 2 ganados, distintos partidos, distintos rivales, distintas formas pero en ambos el resultado fue el de
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