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jueves, 28 de julio de 2011

Apertura 2011 - Final

Decadentes 3-6 La Paja


Previa:


Y llegó el partido esperado. El cruce entre los dos mejores equipos del torneo, y también estéticamente hablando. O al menos los que juegan más lindo. En realidad hay que explicar qué se entiende por belleza, porque es un término tan subjetivo que le sirve de argumento a la pendeja de Patito Feo que se comía a Tévez. La cosa es que Decadentes enfrentaba a La Paja.


La gran final seria la revancha de este partido, que se había dado en la última fecha de la fase regular. Ambos equipos llegaban a la final eliminando equipos con cierta holgadez, y buen juego. Meritos para un expectante partido decisivo. La Paja llego dejando atrás en cuartos a Villa Crespo (No se presento) y en Semifinal a Lo Que Quedo. Y el otro finalista es Decadentes, los caballeros de la angustia redonda, que de nuevo consiguen el pasaporte a la primera división.




Deca mando a la cancha a:


1. Leonel


8. Yoni


18. Facu T.


15. Lukas


14. Petru


9. Juan Cruz




Suplentes: 5. Danel


7. German


3. Julián




Arbitro: El Ogro




Partido:


Recontra metido estuvo el Deca en todo momento del partido, una gran virtud a destacar. Jamás le importo tener a un rival enfrente (en los papeles) superior. Lo salio a morder, a joder, a lastimar, a atacar. Si bien fue desordenado y desprolijo, se jugo cada pelota como la ultima. Cada vez que los paraguas tomaban la pelota tenían uno o dos jugadores Albinegros encima, presionándolos. Le costaba llegar a los dos. Son dos equipos, que cuando se lo proponen, son muy difíciles de entrarles. El primer quiebre en el marcador estuvo dado de la mano de una pelota parada. Corner desde la izquierda, el Petru se anticipa a todos y clava el 1 a 0. Salio a responderle La Paja, y gracias a la presión ejercida en la salida de un Deca dormido consiguió la igualdad para llegar al entretiempo. Partido de dientes apretados hasta aquí. Pocos Goles, Pocas Chances.



Igual de disputada fue la segunda parte. El tiempo corría y los goles no llegaban, aunque se vislumbraba en los primeros minutos de esta etapa que los Jeropas estaban mejor parados y con más resto físico. Hay que decir que el Deca jugo el partido como una verdadera final, y si llego a esta instancia y una de las grandes razones de la excelente campaña Albinegra tiene nombre, apellido y “ex” panza: Leonel Hermo. Hoy por hoy lo del Gordo es para poner en un cuadrito, cargándose el equipo al hombro. Sacando infinidad de pelotas de gol y ahogándoles chances netas a los de turquesa, sostenía el empate. Hasta que, en una de las pocas escaladas en ataque, Facu T. se la llevo por izquierda, engancho hacia dentro y clavo la pelota en el segundo palo, para declarar el 2-1. A partir de allí fueron varios minutos que el Deca sintió la presión “Guaraní”, pero parecía controlar el partido. Tal es así que el empate no llego por meritos propios sino por un nuevo error Deca en la salida. Y también así llego el tercero, queriéndose apurar se le entrego la pelota al rival para que defina solo. De una contra llego un zapatazo para el 4-2 que parecía sentenciar la historia. Sin embargo, a partir de allí se vio lo mejor del conjunto Decadenciano. Facu T. con un gran tiro libre acercó a los Albinegros, que presionaron como bóxer talle S pero no pudieron romper el 4 a 3. Y fueron 4 chances claritas de gol que tuvo el Deca para empatarlo. Pero el travesaño No. El que te comiste en los bosques de Palermo no. Puto , el arquero, los defensores y la mar en coche evitaron el empate. Y si, cuando lo tenía a esto. A tiro… Pero la felicidad nuevamente le es esquiva a Decadentes, cual las dietas a Susana. Nueva contra con Deca tirado en ataque para el 5-3 seguido de la expulsión de Danel para hacer casi imposible la remontada. Con menos de 2 minutos por jugar llego el sexto guaraní, aprovechando la diferencia numérica en cantidad de jugadores. Y cual final de película porno, se acabó. El partido, la final, la temporada.



Decadentes, que cerró su fantástica temporada, más allá de haberse quedado sin nafta en el Camino Negro. La Paja se encontró llegando, tal ves, más lejos de lo esperado, como el esperma de Lugo.



En ciertos ámbitos, resulta notable cómo un simple actor de reparto se hace con los papeles de mayor relevancia. Cierto es que el calor de los primeros planos no es para todos. Sobre todo para aquellos que no están acostumbrados a las grandes luces, ni a las palmadas en el hombro, el pedestal puede ser causal de una sensación de vértigo.


En épocas en las que el éxito se mide en base a los logros y la acumulación de triunfos, aquellos que guardan los talonarios de recibos mes a mes, o aquellos tacheros nostálgicos de la abundancia y abundantes en la fabulación que recuerdan sus días felices como importantes ejecutivos de empresas con imponentes edificios, tienen la costumbre de repetir frases acuñadas por los vencedores de siempre. Los invictos, que disfrazan sus intereses personales en análisis vacíos de criterio pero fecundos en la intencionalidad, siempre tienen un as bajo la manga: el triunfo, la exaltación de lo ajeno, la unificación de un criterio que recula frente a la realidad, pero que como consigna parece haber cumplido su cometido.




La Paja fue un justo campeón, Decadentes fue un justo finalista.









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